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En el baúl que construí sólo para ti, a base de recuerdos,
guardaré este momento: tu espalda sobre mi cama descansando de tanto amar; tu
lenta respiración, tu olor impregnado en la almohada. Tu cuerpo apenas cubierto
por la sábana blanca.
Y la noche anterior....
Tus dudas, las mías,
¿Son muchas?... son suficientes,
¿Para qué?... para mandar todo al DIABLO!.
Debbusy pinta con su claro de luna esta noche, nuestra noche.
Un poco de vino, silencio en demasía.
Un acercamiento mutuo.
Nuestras miradas encontrándose en un espacio predestinado para ellas.
Y en un instante el reloj desaparece; el tiempo deja de existir.
Tus labios encuentran el camino hacia los mios.
Tu lengua comienza una batalla a muerte con la mía.
La ropa nos estorba.
Tus manos viajan por el contorno de mi cuello.
Rodeas mis pechos con la yema de tus dedos.
Deja de existir la razón en mi y me dejo gobernar por la locura.... TU LOCURA.
Acaricio tu espalda lentamente.
Aprisiono tu cuerpo con mis piernas.
No tienes salida; y al mirar tu sonrisa retorcida descubro que tampoco puedo
escapar.
Y en una maniobra deliciosa, tu cuerpo encaja con el mío a la perfección;
parecieran moldeados por el mismo escultor.
Y en ese momento no hay lugar para las dudas, sean muchas o suficientes.
Comenzamos una danza que fue escrita sólo para nosotros, para este único y
preciso momento.
Todo es tan perfecto que asusta, pero que enamora.
No hay nadie que pueda soportar tanto amor de un sólo golpe.
Trato de prolongarlo porque sé que no tendré algo parecido en otro momento.
Es tan irreal, tan extraño; tan ilegal. Es tan irracional; es inesperado, tan
imprudente y tan inmensamente hermoso y difícil de describir que concluiré
diciendo que convertiste mi vida nublada y lluviosa, es una noche deliciosa y
llena de estrellas con tan sólo haber tocado a mi puerta esa noche cuando creí
haber perdido….TODO.
